Carta de agradecimiento de una gimnasta
Este año se acaba y solo tengo cosas que agradecer y momentos inolvidables que se reproducen en mi memoria como uno de los capítulos más especiales de mi vida.
Este año he alcanzado metas que nunca imaginé: logré saltar tan alto y pasar de tener miedo a mirar miedo bajo mis pies, di tantas piruetas que entendí lo que sienten los magos cuando detienen el tiempo y sienten mariposas en sus estómagos, giré con tanta gracia que fui saltamontes y bailarín a la vez disfrutando cada momento en el que tomaba impulso, corrí con una sonrisa en el rostro y aterricé con el corazón en la mano lleno de emoción, también Conocí personas increíbles: esas por las que agradeces a la vida todos los días y deseas estar siempre a tu lado. Doy gracias por cada uno de ellos; las sonrisas compartidas, prestándome sus hombros para derramar mis lágrimas así como extendiendo sus manos para levantarme y aplaudirme como nadie cuando lograba llegar a la meta.
En las competencias corría más rápido que la anterior sin embargo, más que aprender a llegar en primer lugar, aprendí a hacer mejor las pausas, a recuperar el aliento y a disfrutar de esa sensación que me quema en el pecho y me hace apreciar cada latido que da. mi vida. Este año también me caí, lastimándome más veces de las que puedo contar, pero siempre tuve a alguien que me cuidó, que me animó, que me dio fuerzas para seguir adelante, no rendirme y seguir intentando cumplir mi sueño: gracias papá, mamá y sobre todo mi entrenador. Sin ti nada tendría sentido. Este año además de aprender a mejorar mis líneas y dominar aún más la barra, vencí mis miedos y siempre di lo mejor, aprendí a disfrutar participando, a ver brillar a mis compañeros y amar este deporte como nada en la vida. Aprendí que ser gimnasta significa ser muchas cosas al mismo tiempo: ser valiente y bella, ser feroz y delicada, ser dura y grácil... y siempre dar lo mejor de ti. También descubrí que me encantan los días en los que entro al gimnasio, practico con cada instrumento y me hago amigo de ellos. Hay algunos con los que te vuelves mejor que otros, pero cada uno te ayuda a crecer y desarrollar aún más tus habilidades.
Termino esta carta con muchos suspiros y más sonrisas. Yo creo que normalmente siempre se piden deseos para todos pero eso no impide que sigamos dando buenos deseos para el próximo año. ¡Gracias 2018 y bienvenido 2019! Espero que estés lleno de aventuras, nuevos amigos, más historias que contar, más amor para disfrutar y muchos días de gimnasia y diversión. Sinceramente,
